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viernes, 12 de junio de 2015

Odio el verano


 Ya queda poco para que nos abrasemos con el calor del verano, sudemos como cerdos y nos pongamos más morenos que un pollo asado. A mucha gente le gusta esta estación del año, yo lo odio con todo mi ser, sólo me gustaba porque significaba vacaciones cuando era una estudiante, en resumen, 3 meses para vaguear y poder jugar a todo lo que no había podido durante el resto del año (entre otras cosas). Pero vayamos por partes. ¿Cómo puedo odiar tanto el verano?


Asquerosidad a todas horas:
En serio, una cosa es estar "calentito" y otra buscar desesperadamente una sombra porque habrá un par de grados menos, una bebida refrescante o directamente un sitio con aire acondicionado por culpa del abrasante calor que hay en la calle. Sigo sin entender como a la gente le gusta estar sudando a todas horas y aunque te duches sigues igual de asqueros@.


El plan de la playa:
Cuántas veces habré escuchado eso de "vamos a la playa". Hay que situarte. Primero se hace el plan y se está atento al día elegido en cuanto a temporal se refiere. Tiene que ser un día que haga "bueno", aunque eso en verano es bastante fácil. Después te diriges a la playa y te das cuenta de lo llena que está porque no has sido de los primeros en llegar al lugar. Cuando ya encuentras un sitio "decente" es hora de poner la toallita en la arena y quedarte con la menor ropa posible (bañador). Pero claro, a los 5 minutos ya te mueres de calor porque no hay una puñetera sombra, al no ser que hayas cargado con la sombrilla del infierno durante todo el viaje hacia la playa.

¿Pensabais que la cosa quedaría aquí? no. Estar en la playa te pasa factura. Acabas llena de la maldita arena, lo cual te obliga a ducharte cuando llegas a casa y frotarte bien todo el cuerpo para poder quedarte con la sensación de que ya no tienes nada de arena.


Dormir:
Pero la cosa no queda ahí. Todos sabemos que cuando llega la noche las temperaturas bajan... aunque sea algo. Piensas que después de un día agotador en el que realmente no has hecho nada dormirás de un tirón por lo cansado que puedas llegar a estar después de aguantar a toda la tropa en la playa y haberte duchado para quitarte el sudor provocado por el maldito calor y la asquerosa arena que se esconde en el más recóndito rincón de tu cuerpo sólo para joderte. Piensas que estás fresquito y limpio pero no... las noches de verano también son una jodida mierda porque, si bien la temperatura baja algo, no es lo suficiente como para dejarte dormir. Acabas hasta el moño de la cama que no has tardado en calentar, si duermes en pareja quieres que quien duerme contigo esté a kilómetros de ti para no achicharrarte...

¿Resultado? no has podido pegar ojo porque el calor no te  ha dejado dormir, no has parado de dar vueltas en la cama y encima, para más joder la marrana, te levantas con ganas de una ducha porque te sientes totalmente asqueroso.

En serio. ¿Cómo puede gustar tanto el verano?

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