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lunes, 9 de febrero de 2015

El futuro de una jugona


No siempre he sido aficionada a los videojuegos. Desde que tengo uso de razón he jugado a infinidad de juegos como cualquier otra niña que de vez en cuando se quería despegar de sus Barbies. Recuerdo ir a la recreativa con unas cuantas monedas junto a mi hermano y echar algunas partidas (siendo yo la que más vidas consumía por lo mala que era) pero no fue hasta la llegada de la playstation que no tomé conciencia de lo mucho que me gusta este mundillo.

La consola fue un regalo que le hicieron a mi hermano pero yo aprovechaba cualquier momento que él no estaba en casa para colarme en su cuarto y echar alguna partida a alguno de sus juegos. Curiosamente se compró el Final Fantasy VII (según él yo estaba detrás de él para que se lo comprara, cosa que no me acuerdo) y fue cuando realmente me quedé enganchada, sobre todo a los RPG. El ff7 no es mi juego favorito pero no voy a negar que es el que me abrió todo un mundo cuando tuve cierta edad e independencia a la hora de elegir qué comprar con la paga que me daban semanalmente.

Y así sido hasta el día de hoy. Actualmente no tengo tanto tiempo como antes pero siempre reservo algunas horitas para mimarme a mi misma y ponerme con alguna de mis consolas, por que estoy casada si, pero mi marido no es que sea muy jugón (que ya me gustaría).

El caso es que a medida que van pasando los años mi forma de pensar va cambiando y aunque me siguen gustando los videojuegos ahora lo único que pienso es cómo voy a controlar a mis miniyunis (niños) cuando comiencen a jugar con videoconsolas (porque se que las van a tener, aunque sean las mías). Si bien he encontrado padres muy controladores en este aspecto, a veces pienso que esos padres son unos ignorantes porque realmente no saben lo que sus hijos juegan.

Aún no soy madre y aunque el primer proyecto no ha salido como quería, no me rindo de serlo algún día. No digo que vaya a dejar a mis retoños solos ante el "peligro" sino que me imagino jugando con ellos al mario, al zelda, compartir algún RPG, bailar con ellos con algún DDR, ¿compartir Pokemon?.... Y por esos pensamientos, a veces, creo que soy un poco rara... Muchos dicen que los videojuegos consumen demasiado tiempo a los niños pero yo a veces pienso que la televisión actual come demasiado tiempo a cualquiera (y hay demasiada basura que no merece ni que se emita). Si bien hay que controlarse un poco, yo no pienso que sea una pérdida de tiempo para los niños, de hecho los veo más educativos que la propia televisión.

No digo que los juegos ayuden a educar (eso es cosa de los padres) pero, ¿acaso no queréis resolver puzzles jugando al Profesor Layton?, ¿buscar pistas al Broken Sword?... Eso teniendo en cuenta su edad... sino seguiremos saltando con Mario hasta que llegue el momento de poder disfrutar de otra clase de juegos.

1 comentario:

  1. A mí también me entran muchas dudas sobre qué pasará cuando tenga hijos. Tanto cómo controlarles en cuanto al tiempo dedicado como qué controlarles. Imagino que acabaré siendo uno de esos que le permiten jugar a cualquier cosa, pero siempre desde un punto de supervisión. No sé, supongo que es algo que nace solo cuando llega el momento.

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