Cuando se es adolescente se tiene mucho más tiempo para todo, ya sea para disfrutar de los videojuegos o para ver la cantidad de series que hay en estos días. Se dice que a medida que cumplimos años tenemos menos tiempo para las cosas que más nos gustan y es algo que no voy a negar. Es por ello que me he vuelto más selectiva tanto con lo que juego como lo que visiono en mi televisión.

Ore Monogatari es un anime, basado en un manga del mismo nombre y que iba a concluir muy pronto, que se podría clasificar como un Shoujo (manga/anime dirigido a un público que le guste las historias de amores y todo lo que ello conlleva). No es un estilo de anime que yo suela ver porque prefiero algo más de acción pero debo decir que esta obra ha roto con todo lo que tenía en mente sobre el shoujo que tiende a ser más acaramelado.

A diferencia de otros de su estilo, la protagonista no es la chica sino que es el chico que responde al nombre de Takeo. Es el hombretón grande que veis en la imagen. Es un buenorro que siempre está ayudando a los demás, acompañado de su inseparable amigo guaperas Suna, al cual siempre se le están declarando todas las chicas. Los dos son totalmente opuestos pero que en conjunto hacen una buena pareja (de amistad). Todo comienza cuando Takeo ayuda a una chica que estaba sufriendo el acoso de alguien en el tren. En ese momento Yamato, que es como se llama ella y que podéis ver en la imagen, se enamora del enorme estudiante al que todas las chicas ven casi como un monstruo.

Ella mantiene contacto con Takeo desde ese momento quedando con él después de clases y ofreciéndole algunos pasteles (le encanta hacer dulces), pero como siempre va acompañado de Suna, éste piensa que realmente está enamorada de su amigo y no de él.

Ese es el comienzo y que continúa contando la relación de este peculiar trío (porque Suna nunca se libra). Tiene risas aseguradas y una historia sencilla del día a día. Se puede decir que es de los pocos shoujos que recomendaría a todo aquel que le guste el anime, incluso a aquellos que ven este estilo con un poco de repelús. Lo que no voy a negar es que a veces es un poco pasteloso, pero con esos dulces que enseñan y que entra hambre nadie se puede resistir (?)